El atole de granillo, o atol agrio,
como lo llaman muchas personas, es una de las bebidas tradicionales
preferidas de los chiapanecos. Aunque no se sirve en los restaurantes,
está presente en la mayoría de los hogares como bebida diaria o fiestas
de cumpleaños.
Este refresco es consumido en todo el territorio estatal, que aunque el sabor difiere en los diversos municipios o ciudades, para su preparación se requiere maíz amarillo o blanco, canela, calhidra, azúcar y agua.
Doña Teresa Cipriano, originaria del pueblo zoque de Copoya, comentó que primeramente el maíz es hervido en agua con calhidra para pelar el grano, una vez obtenido el maíz nixtamalizado es molido, la mitad de la masa queda gruesa y la otra mitad fina.
Luego se vuelve a cocer y se le agrega el resto de los ingredientes, pues en clima frío frecuentemente esta bebida es acompañante idóneo para los tamales de mole, chipilín, bola o de cambray.
El atol de granillo es de consumo cotidiano en la mayoría de los hogares, se vende en los mercados públicos, principalmente en el Gustavo Díaz Ordaz y Rafael Pascacio Gamboa.
En los pasillos de los centros de abasto se ofrece una gran variedad de atoles, se expende en vasos de plástico, principalmente en las mañanas como parte del desayuno.
Después de descargar mercancías es posible encontrar la bebida, pues mujeres se instalan antes del amanecer. Junto con el atol le ofrecen pan o tamal, y la señora Teresa cuenta que muchas de sus amigas se dedican a preparar la bebida por lo tradicional, fácil de elaborar y la demanda.
Así, enfatizó, el atole de granillo se dice que es prehispánico debido a que la cultura del maíz es una herencia histórica, por ello, hoy prevalece como bebida tradicional que acompaña a la comida, pan o postre.
La elaboración de la bebida, detalló, es de forma casera, mediante recetas tradicionales que aportaron las abuelas. Se consume con frecuencia, sobre todo en invierno, cuando más se puede encontrar incluso en las calles de Tuxtla Gutiérrez.
Para esta bebida algunas personas usan maíz negro, otras le agregan clavo de olor, canela al gusto, que le da una aroma elegante y un sabor exquisito. El color del grano permite darle una tonalidad natural.
Tuxtla Gutiérrez es la ciudad más importante de la región Centro del estado, famosa por su diversidad de bebidas tradicionales. Su riqueza cultural y gastronomía son grandes atractivos.
En la fiesta de cumple años es común el atol, a veces lo acompañan con el dulce de calabaza, camote y yuca, así como los elotes hervidos. Se consume en la comodidad del hogar, preferentemente.
Lo acostumbran en este tipo de festejos o simplemente como bebida diaria y cada quien se encarga de ponerle su toque propio.
Vía el Informador
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